Los que alguna vez habéis pintado con óleo ya sabéis que tiene un olor muy característico, especialmente los diluyentes. Así que buscamos un lugar cómodo, seguro y entre estos aspectos la mayoría buscamos “la iluminación y la ventilación”. Porque sabemos que estos factores afectan tanto la calidad del trabajo como nuestra salud.
Iluminación:
Sí, la iluminación es clave para percibir correctamente las tonalidades de los colores. Sin embargo, a medida que la luz natural cambia a lo largo del día, es inevitable recurrir a la iluminación artificial para mantener la uniformidad en el trabajo.
Luz Natural: Es la mejor opción para pintar, ya que ofrece una representación precisa de los colores y evita distorsiones cromáticas. Se recomienda trabajar en un espacio con ventanas amplias para recibir una luz difusa y constante, evitando sombras duras
Luz Artificial: Cuando la luz natural es insuficiente, recurrimos a la iluminación disponible en casa o en el estudio. Es importante colocar las luces de manera estratégica para evitar reflejos o sombras que obstruyan la visión del cuadro
Ventilación y Seguridad en el Estudio
Sobre este tema, como nos han enseñado, es fundamental mantener el área bien ventilada, preferiblemente cerca de una ventana. El uso de óleos implica la manipulación de solventes y pigmentos que pueden emitir vapores nocivos, por lo que una buena ventilación es imprescindible.
Sin embargo, no siempre contamos con grandes ventanales, o quizás el clima no sea favorable para mantenerlos abiertos, ya sea por lluvia, viento, frío o calor extremo. En esos casos, recurrimos a ventiladores, pero es recomendable hacer pausas y alejarse del área de trabajo de vez en cuando para evitar una exposición prolongada
En conclusión, si eres de las personas que les gusta pinta con esta técnica, debes tener en cuenta estos aspectos: la luz y ventilación, que son importantes para el cuidado de tu salud.
Lo demás es DISFRUTAR.